lunes, 22 de abril de 2013

Amigo imaginario por undvoila


Autor: undvoila
Fic: Amigo imaginario
Categoria: slash
Género: drama
Rating: T
Pairing: Bill/Tom
Advertencias: AU
Capítulos: 18
Finalizado: No
Resumen: "Todos tenemos la imaginación suficiente como para crearnos un amigo, alguien con quién estar, esa persona con quién compartir cosas. Ese alguien que jamás nos desilusionará porque no existe."

Bill, un muchacho solitario, ignorado y víctima de bullying.

Tom, alguien perfecto, hermoso y divino, que aparece en la vida de Bill en el momento oportuno.

A Aniela le divierte que su hermano hable solo todo el tiempo.

…l, encerrado.
…l, también.
…l, esperando algo.
…l, esperando salir.
Encerrado en esas paredes, con su pelo mojado, con las lágrimas brotando sin salir, esperaba secarse. No le gustaba llegar así a su casa, no le gustaba que supieran lo que ellos hacían. Sin embargo, ese día era viernes, y los viernes, lamentablemente, era el día del escusado.
Hace ya mucho tiempo, era una tradición que el día viernes se metiera la cabeza de alguien al escusado. Podía ser cualquier persona, hasta que, un día, entró alguien peculiar a al salón de clases. Su nombre era Bill, un muchacho andrógeno y amable. Llamaba la atención como se vestía, como caminada, incluso, como hablaba. Era medianamente listo y casi siempre, estaba solo. Nadie sabía si le gustaba o no eso, sin embargo, él se veía bien. Tenía algunos amigos en el instituto y hasta algunos pretendientes. A los demás eso no les gustaba, así que algunas tradiciones, comenzaron a ser exclusivamente para Bill, como las del día viernes. …sta, consistía en enjuagar bien su cabeza en algún escusado del establecimiento, en burlarse, irse y dejarlo solo. Algunas veces hasta lo golpeaban, pero esa, era la tradición de los días 14 de cada mes.
A Bill no le gustaba llorar. Porque cada vez que lo hacía, hipaba y eso le molestaba. También porque hacía ver su debilidad ante los demás, por eso, prefería hacerlo solo, como en aquella ocasión.
Se encontraba sentado y cubriéndose con sus rodillas. Sus lágrimas le habían empapado todo el pantalón, y ya había comenzado a hipar. Trataba de mantenerse callado, pero se le hacía difícil.
- Hola. –saludó de repente alguien a su lado. Bill se sobresaltó, él estaba solo, ¿cómo había llegado esa persona allí? Pero no abrió los ojos, ni tampoco le miro, se limitó a seguir hipeando. - ¿Estás bien?
Asintió fuertemente con la cabeza.
- ¿Te ayudo en algo? –insistió. Bill negó con la cabeza, mientras se limpiaba la nariz con la manga de su chaqueta. El desconocido se sentó a su lado, sin dejar de mirarlo. Se quedaron en silencio por unos momentos, sólo los gemidos casuales de Bill lo interrumpían.
- Lo siento. –susurró de pronto, mirando al frente.
- No te preocupes, ¿te sientes mejor?
- Sí, gracias. –respondió, poniéndose de pie y sacudiéndose. Le daba pena que él haya visto el espectáculo, pero se sentía agradecido de que, por lo menos, una vez, alguien lo haya acompañado. La presencia de una persona en momentos difíciles puede ser de mucha ayuda.
- Emh… yo soy Tom. –anunció estirando la mano.
- Bill, Bill Kaulitz. –dijo éste, devolviéndole el formal saludo. – Eh… bueno, yo…-insinuó Bill, apuntando al baño disimuladamente.
- Oh, claro. Te espero. 

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