jueves, 14 de noviembre de 2013

Traducción: In a time of need

Traductor: Devi
Autor: Synnie
Fic: In a time of need
Categoria: Slash/Hetero
Género: Acción/Aventura, Angustia, Drama, Época, Fantasía, Romance
Rating: NC-17
Pairing:  Bill/Tom
Advertencias: AU, Cambio de Género, Lemon, Mpreg,
Finalizado: No
Resumen: ¿Han notado que siempre son los hombres a quien se culpa de los viajes en el tiempo? Seguro, es la chica la que viaja, pero SIEMPRE es por culpa del hombre.
Así que ¿qué pasa cuando Bill se descubre siendo arrastrado hacia Germania - en los años de 1100, por un guerrero de apariencia fiera, quien lo confunde con una mujer?



PROLOGO UNO: BERLIN, ERA MODERNA.
Bill Kaulitz suspiró, quitándose los lentes para apretarse el puente de la nariz ligeramente. Había estado trabajando en el mismo poster por dieciséis horas seguidas, y aún sentía que no estaba bien. Miró por la ventana, suspirando de nuevo al ver la oscuridad próxima saludando a sus cansados ojos. Retiró la mirada cuando escuchó un suave toque en la puerta. La perilla giró y unos ojos oscuros le miraron. Bill no pudo evitar sonreírle a la pequeña mujer del aseo.
—Hola, Constanzia, —Bill sonrió cansado.
—Hola, Malijaba —la mujer respondió, llamando a Bill por ese mote cariñoso de su tierra nativa.
Bill conocía a la vieja señora desde que se había mudado de nuevo a Alemania hace dos años. Había estado solo, sin algún lugar a dónde ir. Había gastado lo que le quedaba de dinero en el avión de regreso a su patria, y se apareció en el edificio donde actualmente trabaja sin nada más que su nombre, las ropas en su mochila, y un portafolio en su mano. Fue un movimiento estúpido pero que le había funcionado a favor al menos.
Su madre y padre, Simone y Gordon, se habían mudado a América cuando tenía catorce. Ahora tenía veintitrés, en casa, y solo. Sus padres habían muerto en un accidente de auto, y poco después, Bill había regresado a Alemania. Constanzia había sido la señora de la limpieza por unos años antes de que Bill llegara. Después de escuchar su historia, inmediatamente lo había llevado a su casa hasta que pudiera valerse por si mismo – algo por lo que él estaría eternamente agradecido.
—¿Por qué aún estás aquí, Malijaba? —La voz de Constanzia interrumpió sus pensamientos.
—Estoy tratando de hacer el poster de la revista.
—Tomas descanso, ¿escuchaste? Tú ir a casa y comer. Estar muy pequeño —Ella dijo, pellizcándole la piel del brazo gentilmente—. Necesitar carne en los huesos.
Bill se rio. —Está bien, lo haré —guardó su trabajo y comenzó a apagar su portátil. Había aprendido de la manera difícil a prestarle atención al extraño alemán de la mujer. La manera difícil siendo casi ser atado a una silla y ser forzado hasta que Constanzia estuviera satisfecha de que había comido suficiente. La mujer generalmente iba a su apartamento, llevándole galletas hechas en casa.
Antes de salir por la puerta, besó a la mujer en la mejilla. —Te veré mañana.
—Te veré entonces. Buenas noches, Malijaba.
Bill no pudo evitar el irse sintiéndose mejor. La presencia de Constanzia le provocaba eso. Era lo más cercano que tenía a una familia en dos años. Ella le daba ese poquito extra de ánimo.

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