jueves, 15 de noviembre de 2012

Despertar por Khira


Autora: Khira
Fic: Despertar
Categoria: slash
Género: angst, drama, romance
Rating: MA+18
Pairing: Bill/Tom
Advertencias: twincest, violencia, drogas, OC, Billshido
Capítulos: 42
Finalizado: Sí
Resumen: Han pasado cinco años desde la inesperada separación de Tokio Hotel. Tom, Georg y Gustav han rehecho sus vidas con aparente éxito, pero Bill vive anclado en el pasado, sumido en una espiral de adicciones y autodestrucción.



La noche era joven, y ellos también. Al menos de momento. Pensativo, Bill recordó aquel dicho de “vive deprisa, muere joven y deja un bonito cadáver”. Él había vivido mucho en poco tiempo, por lo que podía considerarse que sí, había vivido deprisa. Tenía veinticinco años, así que aún era joven. Y en cuanto a lo de dejar un bonito cadáver… Bill se miró atentamente en el espejo. Llevaba una camisa blanca manga larga, con las mangas arremangadas hasta el codo y dos botones desabrochados, que disimulaba un poco la palidez de su piel. Los vaqueros ajustados, en cambio, no ayudaban a esconder su delgadez, aunque era incapaz de renunciar a ellos. Su rostro, perfectamente maquillado, lucía casi exactamente igual que años atrás, cuando aún existía Tokio Hotel. Casi. Su cabello ahora era un poco más corto, y siempre lo llevaba liso. Tampoco llevaba los ojos tan maquillados como entonces; sólo un poco de sombra bien difuminada y algo de rímel. Ya no tenía a Natalie, su ex estilista, y él ya no tenía paciencia para pasar mucho tiempo arreglándose. Además, ¿para qué?
Sin embargo, no eran esos pequeños cambios de look los que le diferenciaban del anterior Bill. El Bill que toda Alemania y el resto del mundo habían conocido. Los verdaderos cambios eran otros, más profundos, cambios que sólo las personas que le conocían de verdad hubieran podido notar.
Pero esas personas no estaban. Y tal y como estaban las cosas, Bill prefería que así fuera.
Si el dicho se cumplía y dejaba un bonito cadáver, mejor que no le vieran hasta entonces. Así no tendría que dar explicaciones.
El sonido de la puerta de una de las cabinas le sacó de sus pensamientos. Bill terminó de lavarse las manos con parsimonia, mientras que el chico que había salido de la cabina se situaba junto a él para hacer lo mismo.
—Sebastian acaba de mandarme un mensaje —dijo el chico. Era un joven de la misma edad de Bill, más alto que él y también moreno, pero con el pelo muy corto, y unos ojos grandes y azules—. Dice que estará aquí en una hora.
Bill miró a su ¿amigo? a través del espejo. Hacía meses que se conocían, pero aparte de que se llamaba Markus y “trabajaba” enchufado en la empresa de telecomunicaciones de su padre, poco más sabía de él.

—¿Una hora? —repitió alzando una ceja. Sintió algo de desasosiego ante la perspectiva de tener que esperar—. ¿Por qué una hora? ¿No habíamos quedado a la una?
—Ni idea, no me lo ha dicho. —Markus se encogió de hombros y sonrió de forma pícara—. Pero no te preocupes, podemos divertirnos de otra manera hasta entonces.
Mientras decía la última frase, Markus se había ido acercando a Bill, colocándose tras él hasta apoyar la barbilla sobre su hombro derecho.
—Sabes que no me gusta follar en los baños —gruñó Bill, apartándose. La barbilla de Markus quedó de nuevo en el aire. Se secó las manos con un pañuelo de papel que luego tiró a la papelera de mala manera.
—Qué aburrido —se quejó Markus—. Está bien. ¿Volvemos?


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