domingo, 25 de noviembre de 2012

Traducción: Si le regalas a un chico una sonrisa...

Traductor: Analif
Autora: Lrigrl
Fic: Si le regalas a un chico una sonrisa...
Categoria: slash
Género:  romance
Rating: T
Pairing: Tom/Bill
Advertencias: AU
Capítulos: 10
Finalizado: Sí
Resumen: Tom Trümper, 18 años, nunca ha sido del tipo romántico. Él es más de rollos de una noche. Y cuando uno de sus atractivos compañeros de clase le sonríe, instantáneamente decide que lo quiere en su cama.

Bill Kaulitz es un romántico empedernido quien ni siquiera estaba buscando un romance. Todo lo que hizo fue sonreírle educadamente a un compañero...

Aparentemente, cuando le regalas una sonrisa a un chico, obtienes más de lo que esperabas.


Tom entró al estacionamiento de la escuela y sonrió.
Nunca había estado tan emocionado por el primer día de clases, pero este año era diferente; era el último que pasaría en el colegio Engelburn Gymnasium, y una vez el año terminara, estaría listo para la Universidad. No podía esperar. En lo que a él concernía, Gymnasium ya era del pasado.
Se estacionó perfectamente en un lugar vacío y guardó sus llaves antes de tomar su bolso del asiento del pasajero y salir de su brillante Escalade negro.
- ¡Tom!
Tom sonrió. Claro, habían cosas que extrañaría de Gymnasium. Ser el Big Man en el campus tenía sus ventajas, pensó mientras veía a una chica quien hacía todo lo posible por correr atravesando el estacionamiento con un enorme bolso en su brazo y tacones de tres pulgadas en sus pies.
La chica le dirigió una sonrisa coqueta que Tom apenas notó mientras la miraba de arriba abajo. Sus largas piernas lucían maravillosas en aquella minifalda que tan sólo cubría la mitad de sus muslos, y su diminuta camisa blanca se aferraba en su voluptuoso cuerpo en todos los lugares correctos. Su cabello castaño oscuro pendía sobre sus hombros en capas y de la forma en que soplaba el viento, parecía una súper modelo.
Tom rió mientras la hermosa chica lo apretaba con fuerza, apretando sus senos contra su pecho. – ¡Hey, Adele! – la saludó y se forzó a sí mismo en no pensar acerca del tiempo que pasaron juntos. Dios, había sido un buen acostón. Pero Tom tenía una estricta política de no acostarse más de una vez con cualquier chico o chica, no importa qué tan bueno hubiera sido.
Pero cuando ella dio un paso atrás y se inclinó para examinar su auto, Tom estuvo muy tentado a mostrarle el asiento trasero del vehículo.


...Continúa

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