miércoles, 7 de noviembre de 2012

Gris (en escalas y formas) por Moonchild


Autora: Moonchild
Fic: Gris (en escalas y formas)
Categoria: slash
Género: drama
Rating: MA+18
Pairing: Gustav/Bill
Advertencias: violencia leve, crack!
Capítulos: 1
Finalizado: Sí
Resumen: ---


Bill no se arregló el cabello hacia atrás ese día, lo levantó un poco, con caída al frente y se puso un sombrero pequeño y café. Camiseta blanca, botines sin tacón y un pantalón ajustado; un chaleco gris y agujetas del mismo color hacían juego con el esmalte plateado y las sombras opacas que poco se le notaban.
Combinaban también con el cielo que se había empeñado en mantenerse nublado. Un día gris en el que no caía lluvia. Tan gris que Gustav sonrió al verlo en la puerta de su casa, alternando los pies y sonriendo nervioso.
– Te dejaron abajo – no era una pregunta, era una afirmación burlona ante la cual Bill apretó los labios con fastidio.
– No sé a dónde se fue el idiota de Tom, y Georg se regresó a Alemania a pasar tiempo con su mamá antes de volver al trabajo.
– Debí quedarme yo también con la mía.
– No fastidies yo sé que me amas, así que arréglate y ven.
Gustav chasqueó la lengua pero entró por su chaqueta, cogió las llaves de su casa provisional y salió. “Como en los viejos tiempos”, aunque no era como en los viejos tiempos, la barba rubia y el cabello gris de Bill le hacían difícil rememorar cuando andaba de aquí para allá con el cabello largo y negro, engañando a todos sobre su género, burlándose y abusando de ello.
En la puerta de un bar al más puro estilo de la armada norteamericana, Gustav se preguntó seriamente porqué maldito demonio del inframundo había accedido a salir con él; Bill sólo sonrió, le pasó el brazo sobre los hombros y lo empujó a entrar a aquel lugar, donde no había mas que cerveza de cualquier lugar del mundo que él pudiera imaginar, botanas adobadas y ensaladas. Era un bar disfrazado de intento de restaurante.
En una mesa para dos, al fondo y justo al lado de los baños fue donde se sentaron, rodeados de una mezcla uniforme de verde militar y gris metálico. Era oscuro, de luces tenues pero no sombrío, adornado con publicidad de la armada, todo en un aire retro, donde una mesera tan desinteresada que ni siquiera los miró les llevó la carta y tomó su orden con la misma rapidez con que Bill se la dijo: dos cubetas de cerveza alemana, una ensalada mediana sin pollo y doble ración de crotones y una orden de alitas  barbecue. Estaba deprimido; lo supo porque pidió la ensalada sin carne. Bill comía pollo y pescado ocasionalmente, Tom era el único que jamás lo hacía.
Probablemente pelearon, eso fue lo que Gustav pensó en silencio antes de destapar el primer par de cervezas.

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