martes, 6 de noviembre de 2012

SPA por Marbius


Autora: Marbius
Fic: SPA (Sin prejuicio alguno)
Categoria: Hetero
Género: Humor
Rating: M
Pairing: ---
Advertencias: Bukkake. Contenido adulto. Gang-bang. Lenguaje adulto. OoC. Orgía. Shota. Voyeurismo. Crack. Gender swap, pwp
Capítulos: 1
Finalizado: Sí
Resumen:  La belleza tiene su precio particular, por lo que Georgie necesita de mutua cooperación para conseguirla.
Notas de autora: A petición de aelilim: “http://es.wikipedia.org/wiki/Bukkake Solo pido que sea non-AU y que sea Georg y su belleza natural el 'centro de atención'.” En el grupo TH Kinky Twink

—Uh, no —enrojeció Gustav hasta las orejas—, me niego. Busca a alguien más. Y-Yo no…
—¡Gusti, vamos! —Replicó Georgie, apretándose más con él dentro de su litera y colocando la revista sobre su regazo—. Lee, está todo aquí. No son mentiras mías en un burdo intento de convencerte de hacer algo sucio, ¡esto tiene bases científicas avaladas por grandes instituciones! Además, es importante para mí.
El baterista miró de reojo la revista en cuestión del mismo modo en que lo haría de toparse con una serpiente venenosa y siseante. Que el artículo que Georgie quería que leyera fuera parte de una revista porno poco ayudaba por muchas credenciales y méritos con los que lo adornara para quitarle hierro al asunto.
—Creo que paso… —Murmuró, haciendo amago de cerrar las indecentes páginas y zanjar con ello el asunto, pero Georgie se lo impidió.
—Por favor —le suplicó la bajista—. Sólo léelo y entonces, si no quieres, lo dejamos por la paz. Sé que es un favor enorme el que te estoy pidiendo, pero por lo mismo, primero vine contigo.
—Georgie, no —gruñó Gustav, esta vez con menos convicción que antes.
No era su culpa, era de ella. Georgie podía ser tan persuasiva a su modo, ya fuera sacando la rudeza de nacimiento con la que venía integrada que con sus encantos femeninos, que tanto él como el resto de la banda y hasta David Jost, terminaban siempre por concederle hasta el menor de sus caprichos.
Menos mal que sus peticiones eran usualmente razonables (una habitación de hotel para ella sola en lugar de repartirse de dos en dos como sería lo justo; que su guardaespaldas saliera de emergencia a medianoche para comprarle tampones; sesión larga de abrazos y mimos cuando los cólicos atacaban), pero cuando no… Cuando a Georgie se le saltaba el tornillo que llevaba suelto y se aferraba hasta obtener una respuesta afirmativa, entonces sí que la banda y el staff completo temblaban de pavor.
—¿Por favor? —Musitó la chica una última vez, viendo a Gustav con ojos tiernos a través de las pestañas caídas y los labios fruncidos en un pequeño puchero que pudo con los últimos trazos de reticencia que le quedaban al baterista. Mierda.
—Ok, la leeré, pero esto se termina ahí —masculló, con todo, sintiendo el estómago repleto de mariposas cuando Georgie le plantó un beso en los labios a modo de agradecimiento y después abandonó su litera.
De nuevo, la bajista había conseguido lo que quería.
“… un excelente tratamiento natural y sin repercusiones posteriores…”
“… brillo sin igual, alta tolerancia a tintes, tratamientos agresivos, al calor de la plancha/secadora y resistencia a los climas extremos…”
“… ¡crecimiento doble! ¡Veinte centímetros por año!...”
—Joder, eso es una patraña —desdeñó Gustav la posibilidad de que lo que estaba leyendo por culpa de Georgie fuera siquiera un 1% cierto real. ¿Veinte centímetros al año? ¡Tenían que estar bromeando!.

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